La Conselleira de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio está muy activa en lo que se refiere a proyectos legislativos. Esperaremos a ver si los resultados son tan mediocres como los conseguidos en la precedente Ley del Suelo, o tan discrecionales como en la Ley de Turismo. En su página web, la Conselleria anuncia lo siguiente acerca de la futura Ley agraria de baleares:
El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, Biel Company, ha presentado este martes el borrador de la ley agraria a representantes de la Federación de hostelería de Mallorca; de la Asociación mallorquina de cafeterías, bares y restaurantes; de la Asociación de propietarios de fincas rústicas de las Islas Baleares; y de las agrupaciones de viveristas y de apicultores. El objetivo del Gobierno es mantener encuentros con todas las organizaciones relacionadas, directa o indirectamente, con el sector agrario y forestal para recoger sus aportaciones y mejorar el texto final que se someterá a exposición pública.
Los principales objetivos de la ley son hacer frente a los problemas de la agricultura balear, fomentar la inversión y el empleo en el sector primario, revalorizar el patrimonio rural y facilitar la gestión activa del territorio y del medio ambiente desde la actividad agraria. Por ello, la futura ley regulará nuevas actividades complementarias de diversificación que permitan aportar más ingresos a los agricultores, como las agroestadas, los agrorefugios, la agrocultura, la agroenergía o todo lo relacionado con el mundo de los equinos. El texto también regula la venta directa en las explotaciones de los productos agroalimentarios y prevé la posibilidad de crear reservas y cotos de recursos silvestres como instrumento de mantenimiento y gestión activa de las explotaciones forestales.
El borrador elaborado por la Conselleria da facilidades para el inicio y desarrollo de la actividad agraria y complementaria, que quedarán reconocidas como uso admitido en el medio rural y no estarán sometidas a declaración de interés general. Además, la ley posibilitará el cambio de uso de edificaciones existentes para la instalación de agroindustrias de transformación de la producción propia o para realizar actividades complementarias de diversificación agraria.
Respecto a la insularidad, se exige al Estado y a la Unión Europea el reconocimiento del hecho insular y la necesidad de recompensar sus inconvenientes en el sector. También se regula por ley la obligación del Gobierno de consignar presupuestariamente las dotaciones económicas necesarias para garantizar la cofinanciación de las diferentes líneas de ayuda del sector.
El fomento de la incorporación de los jóvenes y las mujeres en el sector, el impulso de la producción local y las marcas de calidad, la declaración de zonas catastróficas, la creación de la Estrategia Balear de Mejora del Conocimiento Agrario con el objetivo de mejorar el conocimiento agrario y agroalimentario de las Islas Baleares o la regulación, por primera vez, de la producción, almacenamiento y gestión de estiércol son otros aspectos destacados que recoge el texto.
El primer borrador del anteproyecto de la ley agraria de las Islas Baleares contiene 11 títulos y un total de 172 artículos, además de cuatro disposiciones transitorias, seis finales, una derogatoria y un anexo. El objetivo del Gobierno es aprobar la ley antes del verano, para su posterior tramitación parlamentaria.
El nuevo agroeslogan del agroconseller: "Hazte agro...!"
Por otro lado, el diario Ara en su edición digital para baleares despliega la noticia con alarma y no sin ciertas incorrecciones.
Construir ha de ‘salvar’ el camp
La nova llei agrària desregula i exonera els pagesos dels requisits com la parcel·la mínima per a noves edificacions
JAUME PERELLÓ Palma. Com ja va fer Carlos Delgado amb els hotelers en la Llei de turisme, Gabriel Company es disposa a oferir als propietaris d’explotacions agrícoles i als que ho vulguin ser un tracte diferenciat i privilegiat en matèria urbanística, ja que els exonera de diferents paràmetres i restriccions que són d’aplicació per als ciutadans en general.
Així, segons figura a l’esborrany de la llei agrària a què ha tingut accés l’ARA Balears, els propietaris d’explotacions podran construir edificacions en sòl rústic si tenen 14.000 metres quadrats, per molt que el planejament municipal exigeixi una parcel·la mínima superior.
Però si no tenen els 14.000 metres quadrats, tampoc han de passar gaire pena. La llei que ara mateix està en fase d’elaboració per part de l’Executiu arriba fins i tot a reduir la parcel·la mínima de 14.000 metres, una figura fins ara intocable, per davall de la qual no es podia autoritzar cap construcció en rústic. En determinats casos, són definits vagament com a “explotacions agràries prioritàries”, referint-se a les que siguin gestionades amb caràcter familiar o per part d’una cooperativa. També podran incomplir la parcel·la mínima els hivernacles i la venda i transformació de productes, activitats per a les quals es podran fer noves construccions sense que ni tan sols es disposi dels 14.000 metres.
Les àrees protegides
Tampoc no es deslliuren de la possibilitat de construcció d’instal·lacions agrícoles les àrees protegides. L’esborrany deixa clar que “quan l’edificació es realitzi en l’àmbit d’un espai protegit (àmbit PORN / Xarxa Natura 2000), l’administració ambiental fixarà les mesures protectores, correctores i compensatòries necessàries a fi d’evitar-ne, prevenir-ne o minimitzar-ne els possibles efectes negatius sobre el valor específicament protegit”. Cal recordar que en aquests moments l’autoritat ambiental és també la mateixa conselleria que impulsa aquesta norma, amb el conseller Company al capdavant.
Igualment, no caldrà aconseguir un interès general per començar la construcció, sinó que bastarà fer una comunicació prèvia a l’administració, a la qual s’haurà d’adjuntar un informe d’Agricultura. Així, la Conselleria de Company s’erigeix en l’autoritat que vetllarà, almanco inicialment, per la legalitat o conveniència de la nova construcció.
La llei també davalla les restriccions pel que fa als usos permesos en sòl rústic, ja que hi permet totes les activitats del sector primari, a més de les complementàries, com són les transformacions dels productes, que deixaran d’estar prohibides.
La inspiració filosòfica d’aquesta normativa que desregula i que rebaixa les condicions per poder construir en el sòl rústic de les Balears cal cercar-la en l’exposició de motius de la norma, un veritable homenatge a la verborrea gratuïta. Entre el seguit de referències justificatives de la rebaixa que pretén aplicar Company, se cita un informe de 1874 de Gaspar Melchor de Jovellanos on s’afirma que “l’única finalitat de les lleis respecte de l’agricultura ha de ser protegir l’interès dels seus agents, separant tots els obstacles que puguin entorpir o obstruir la seva acció i moviment”, de manera que cal eliminar “els obstacles que la natura, l’opinió i les lleis oposen als progressos del cultiu”.
El conseller d’Agricultura Territori i Medi Ambient, Gabriel Company, ha estat presentant el projecte de llei a les associacions del sector i també a la Federació hotelera. Fa uns dies, el responsable de la nova norma va afirmar que “situarà el sector primari balear en un primer nivell”. En aquest sentit, Company va destacar les activitats complementàries que permet la llei, com l’ús turístic dins les explotacions de manera complementària. El conseller va dir que el pagès ha de ser reconegut com “una peça fonamental del turisme”.
Cabe precisar acerca del artículo que las exoneraciones a las que se refiere el autor ya estaban recogidas en el Artículo 5.4 del Decreto 147/20012, de 13 de diciembre. Por lo tanto, no es ninguna novedad. Asimismo, la regulación de actividades complementarias a la explotación agrícola se recoge en la legislación estatal, Ley 19/1995, de 4 de julio, de modernización de las explotaciones agrarias. Entre otras referencias, dice: "se considerarán actividades complementarias las de transformación de los productos de la explotación agraria y la venta directa de los productos transformados de su explotación, siempre y cuando no sea la primera transformación especificada en el apartado 1 del artículo 2, así como las relacionadas con la conservación del espacio natural y protección del medio ambiente, el turismo rural o agroturismo, al igual que las cinegéticas y artesanales realizadas en su explotación
Sin ánimo de aplaudir el anteproyecto de Ley, cabe decir que el fomento de la actividad agrícola, ganadera, cinegética y forestal es el mejor aliado para evitar la artificialización del suelo en base a usos residenciales y turísticos, pues el agricultor que viva del cultivo de la tierra no la venderá para que el extranjero de turno se construya su chalet. El suelo rústico, aunque desgraciadamente lo parezca cada vez más, no es una macrourbanización residencial con garantía de paz y tranquilidad. No es aislado, por ejemplo, el caso del campesino que recibe quejas de un vecino urbanita porque los animales de su granja hacen ruido u olores. ¡El que no quiera polvo que no vaya a la era!
El suelo rústico es un recurso social, económico, ambiental y cultural que hay que mantener y fomentar. La mejor manera de hacerlo es evitando su abandono, su mutación hacia formas impropias de sacarle provecho. Sin duda a la Ley le faltará valentía en un punto que yo considero clave y que tarde o temprano se tendrá que abordar, una mayor limitación del uso residencial en suelo rústico, pero si consigue el objetivo de fomentar la actividad sostenible del sector primario será todo un logro.